M8 y M9

Creo que hay puntos de vista en el hilo que no recogen el argumento principal pero antes quiero dar las gracias al amigo Gift pot la información: no tenía ni idea de que Sony hubiese comprado Konica-Minolta. Sabía de la joint venture con Zeiss pero nada más.

Me vais a permitir que haga una digresión. Soy de Mac desde la serie 700, es decir, hace muchos muchos años. Eran unos ordenadores tan buenos, tan bien construidos y diseñados internamente que no se colgaban ni te dejaban tirado jamás. Los ingenieros de software y los de hardware trabajaban sincronizadamente para que no hubiera el menor desajuste entre una cosa y otra.

En los estudios de música, los compositores, los grafistas, los fotógrafos (aún no se trabajaba con digital salvo para experimentar con la nueva tecnología), los servicios de escaneado y pre-impresión, no querían saber nada de PC's y Windows porque en los Mac tenían una herramienta fiable al 100 por 100. No había horas perdidas por culpa de aquellas máquinas. Tanto era así que cuando salió la serie 800 sólo unos pocos cambiaron sus máquinas. ¿Para qué cambiar cuando ya tienes algo que funciona perfectamente y no da un solo fallo?

Resumo: las excelencias de sus máquinas estuvo a punto de llevar a Apple a la ruina. Tuvo que llegar Steve Jobs a rediseñar toda la filosofía de la empresa para sacarla del atolladero. Los Mac cambiaron radicalmente. Dejaron de ser unas máquinas anodinas para brillar por su diseño... externo. Los procesadores cambiaron y terminaron por ser Pentium, como los del rival. Mac seguía siendo mejor porque, a pesar de todo, siguen cuidando más las cosas y su sistema está basado en Unix, lo más fuerte que se ha inventado hasta el momento, pero la obsolescencia programada habría entrado por la puerta grande en la fábrica de la manzana, que ahora fabricaba en el Lejano Oriente como todo quisque.

Sus ordenadores se rompen como todos, se quedan obsoletos y no se pueden actualizar a las últimas versiones de software porque su arquitectura interior ya no lo permite. Debo tener en el almacén unos cuatro Mac que ya no se pueden actualizar aunque sí seguir utilizando. ¿Pero es suficiente con eso? Lo será, tal vez, para quien utilice el ordenador sólo para escribir unos emails y navegar por internet pero no para quien debe usar programas especializados.

Ahora Apple es una empresa altamente rentable y su filosofía empresarial parece firmemente asentada. Nada que objetar aunque sus máquinas no sean igual de sólidas que las de hace años. Pues bien, Leica ha entrado ya hace tiempo en ese mundo de la obsolescencia programable. El mundo sigue lleno de Leicas clásicas, de M2, M3, M4, M5 y todo el resto. Los objetivos tradicionales -se demuestra a diario- eran igual de buenos o mejores que los actuales en algún caso. Empresarialmente eso le daba mucho prestigio y muy poco dinero. ha tenido que acomodarse a los tiempos.

Sí, una M8 o una M9 tendrán una vida por delante pero acabarán en un armario o en algún bidón de todo a 100 por múltiples razones que se me ocurren. Nuestro mayor drama, confesémoslo de una vez, no es tener o no tener los ocho o diez mil euros que Leica va a pedir por sus cámaras en ese futuro de obsolescencia sino que se carguen definitivamente la película o la hagan tan mala que resulte imposible tirar con ella.

De momento, yo establezco mi punto de vista muy claramente: nada que supere los 3.000 euros. En cuanto al paisaje con un APS-C, Distinto tiene razón si de paisaje clásico hablamos pero la mayor y mejor utilidad de esos sensores es para foto callejera. Yo no soy paisajista pero si lo fuera haría como hacen todos los que se toman en serio ese género: una cámara de gran formato con película o un respaldo digital de MF. No se me ocurriría hacerlo con un APS-C.