Un chiste para destensar

Llegan dos marcianos a la tierra en su nave y aterrizan en Almería, un día de agosto a las 3 de la tarde con 50º a la sombra. Ven una gasolinera desierta y se ponen a hablar con el surtidor:

-¡Terrícola, llévanos con tu jefe!

A la tercera vez que le dicen lo mismo y el surtidor callado uno de ellos dice que se va a inspeccionar los alrededores. El otro, ya muy cabreado con el surtidor, saca su pistola láser y le pega un rayazo que lo funde. Hay una explosión tremenda y el marciano vuela por los aires, cayendo donde está el otro.

-¡Qué cabrón eres! ¡Si sabías que el tío era peligroso podías habérmelo advertido!

-Mira, un tío que le llega la polla al suelo, le da vuelta a la cintura y se la cuelga en la oreja no podía ser bueno.

jajaaja, yo es que no sé contar chistes escritos, hay que escucharlos y más si eres andaluz jajaja.