Realmente imprescindible

Si a alguien le molesta lo voy a sentir mucho pero considero imprescindible difundir este vídeo. Los están crucificando, masacrando, no respetan ancianos, mujeres o niños. Hay que ayudar.

Siento una viva simpatía por los kurdos. Son valientes, fieros como leones a la hora de pelear y no ceden un metro de terreno ante nadie. Los terroristas de ISIS han sido rechazados a tiro limpio en diversas ocasiones por mujeres kurdas. Eso ya da una idea de que es gente que se viste por los pies. Hace unos años tuve una invitación para trabajar en la capital del Kurdistán pero se truncó porque mi invitador era, justamente, el juez que sentenció a muerte a Sadam y fue víctima de un atentado.
Anécdotas personales aparte, la ayuda hay que pedirla para todos –estoy de acuerdo– pero lo cierto es que las comunidades cristianas más antiguas del mundo, herederas directas del mismo Jesucristo, están siendo borradas de la existencia. Y es normal que los cristianos pidan ayuda para sus correligionarios. No se trata de ir a pelear (no lo hubiese colgado) sino a ayudar del modo en que cada uno pueda: cocinando, sirviendo comida, atendiendo enfermos o haciendo gracias a los niños para que olviden un poco sus tragedias personales. ¿Eso es malo? Yo creo que no. Y tampoco creo que la religión tenga la culpa de nada pues somos los seres humanos quienes la manejamos. Si yo soy un fanático dará igual que sea árabe, judío, cristiano o ateo. Porque también hay mucho ateo fanático.

Y ya que estoy contaré que no he tenido la fortuna de conocer personalmente a la Madre Teresa de Calcuta, aunque he leído atentamente su correspondencia. Pero tengo al menos tres amigos que sí la trataron personalmente. Sólo os contaré de uno de ellos para no alargar demasiado el post: este hombre, un arquitecto muy conocido en España, se fue a Calcuta con un compañero cuando acabó la carrera para ayudar. Se presentaron en la Casa y se ofrecieron a la Madre, después de las presentaciones. ¿Queréis ayudar? –les dijo ésta. Pues haced aquellas camas, son de unos pobres leprosos que han muerto esta noche. Los dos jóvenes se miraron y volvieron a insistir: –Madre, somos arquitectos y podemos ser muy útiles para usted. –Claro que sí: id a hacer aquellas camas. –Pero Madre, que somos arquitectos... –Que sí, pero hay que hacer aquellas camas. Entendieron que no había más que ponerse a hacer camas y así pasaron todo aquel verano. Ahora éste amigo manda a sus hijos cada año, en vacaciones, a ayudar.
Como decía la misma Madre Teresa: antes de las grandes preguntas está ayudar a quien te necesita. Por eso he colgado ese vídeo, para aquellos a los que cuadre pasar sus vacaciones ayudando. ¿No tenéis proyecto fotográfico a la vista? Pues aquí puede haber uno y de los buenos si se sabe hacer.