El blanco y negro, asunto de pijos

Ya hace mucho tiempo que el blanco y negro viene siendo más caro que el color. Era, pues, inevitable que las fuerzas pijas cayeran sobre el blanquinegrismo como orcos a la caza de Frodo. Pero ojo, un blanquinegrismo fácil, de ordenata, no vayamos a joderla con químicos, ampliadora y todos esos rollos de la antigüedad.

Leica, por delante de todos los ejércitos pijos del mundo -que ya son- les ha puesto la solución a tiro: blanquinegrismo de origen, de pura cepa. Nada de traducir color, eso es para los pobretones. Leica, la madre de todas las cámaras blanquinegristas, con todo nuestro glorioso pasado a cuestas, te garantiza que estás en el buen camino y que tus fotos de vacaciones, de la pija y los pijitos, de la periquita si la tienes o de lo que se te ocurra, será una foto auténticamente Leica. Ahora bien, no te confundas: aunque los objetivos apocromáticos se inventaron para una perfecta corrección del color en la fotografía comercial, tú necesitas -amigo pijo- un objetivo apo para sacarle todo el partido a tu Leica blanquinegrista monochrome. Con eso triunfas en vida, nada de esperar a que te hayan enterrado y alguien revise tu archivo, si es que todavía existe.

No hagas caso de quienes te digan que con una de nuestras cámaras antiguas y un rollo de película argéntica puedes conseguir lo mismo, e incluso más bonito, por aquello del grano de plata revelada: eso es cosa de plebeyos, de gente tartufa y corriente que gustan de los tanques de revelado. A ti lo único que te agitan es la coctelera del bar, déjate de mandangas. Y las lentes antiguas no son apo, no lo olvides. Dan muy bien el color pero es por casualidad, tú ni caso.

Y si quieres guardar la foto de la pija, de los pijitos o de todas esas que haces en vacaciones, sobre un papel baritado, tranquilo que te mandamos a un sitio donde te van a crujir con gusto. Triunfa en vida con Leica, la cámara de los fotógrafos que pueden.

Muy listos esos de DxO a la hora de reinventar lo inventado pero claro, si lo dice el maestro Salgado... La diferencia con Ansel Adams, que también colaboraba con Kodak en los últimos años de su vida, es que si te decía que una película era buena o que el HC-110 no tiene nada que envidiar a ningún otro revelador (y lo demostraba revelando con él sus placas y películas) eso iba y sigue yendo a misa.

Amigos, más que nunca se trata de ser honesto en el tratamiento de la fotografía y dejar los efectos especiales para los fotógrafos publicitarios y comerciales. Manipular para una buena puesta en valor de lo fotografiado, para una visión correcta de lo que hemos visto, como siempre se hizo en el laboratorio. Una foto mala sigue siendo mala por mucho que la manipulemos. Destacar lo esencial y dar a cada cosa su valor mediante tapados y quemados. La honestidad fotográfica, ni un paso más allá.

Estupenda foto y gran cámara, sí señor. Siempre he mantenido que la Contax G2 ha sido uno de los mejores equipos telemétricos de 35mm que se haya fabricado jamás. No ha tenido el caché y buena fama de Leica pero está muchos años por delante de la M7. Y sus ópticas son second to none, como dicen los anglos.
¿Qué ha fallado para que los pros las amen y los amateurs las desdeñen? Tecnológica y ópticamente son irreprochables. El modelo fetén es el negro, mucho más difícil de encontrar por esa rara manía que les entró de fabricarla en color champán, un pelo horterilla.