De la fotografía y el síndrome de Diógenes

Gus R. escribió: Hace seis dias atras he vuelto a ver "Exit through the gift shop" de Banksy.
Recomiendo no dejar de verla. Yo he tenido que comprarla en DVD (15 €) pues en su momento cuando se estreno no pude verla. Se que es cara pero no había otra manera de poder acceder a ella y merece la pena.
Es una especie de documental donde se plantea la comercialización del arte y los "genios"
que van surgiendo a través de una entrevista hecha al propio Banksy. Esta muy bien contada y es muy entretenida.
Gran parte de lo que comentamos aquí y sobre todo la esencia del arte gráfico se aclara muy bien. ¿Quien pone el valor a una obra? material o "intelectualmente.

Un economista respondería con toda la lógica: el valor lo pone el mercado. Pero hay que añadir: ¿Y quién es ese mercado?
A primera vista podría parecer que es todo ese entramado de museos, conservadores, comisarios, galeristas y un etcétera tan largo como queráis. Pero no es así: el entramado lo dominan unas cuantas personas desde sus despachos en NY. La razón es evidente: según los principios tradicionales un artista tarda mucho tiempo en hacerse, demasiado para estar apostando por él de cara a una rentabilidad futura y equivocarse. Por ello lo mejor es fabricarlos. Parece algo complicado, realmente difícil, pero no lo es cuando eres tú quien maneja las 3 o 4 galerías que crean estilo y moda y las otras tantas revistas que hacen lo mismo. Lo que tú dices, claro. Los imbéciles que no están en la capital del Imperio sino en las lejanas provincias salen completamente gratis porque si no están a la última ni les dan cargos ni venden sus obras.
En definitiva: es un negocio con las letras muy gordas aunque parezca fino y alambicado. Os voy a contar un caso muy conocido. Son dos hermanos muy ricos que han venido negociando con diamantes y otras cosas (un valor seguro y fácil de transportar eso de los diamantes) y se fijan en el arte moderno, en Warhol para concretar del todo. Un publicista talentoso que ni siquiera es original en sus comienzos. Cuando los dos hermanos comienzan a comprarle obra la leyenda ya está creada: la Factory, Velvet Underground, etc y más etc. Es una leyenda extra-pictórica pero así funcionan aquí las cosas. En aquellos momentos Warhol vendía sus obras en unos 100.000 dólares la pieza, que no está nada mal. Los dos hermanos le compran un montón, todo lo que tiene y la mayor parte de lo que produce. Y al poco tiempo Warhol tiene el buen gusto de morirse, dejándolos a ellos como los mayores coleccionistas de su obra.
En el calor del entierro (las leyendas hay que aprovecharlas antes de que se olviden) aparecen algunos cuadros de Warhol en subastas importantes y los pujadores terminan elevando el precio hasta 1.000.000 de dólares por pieza. El valor se ha multiplicado por diez, menuda inversión. Y las obras se venden, la gente rica las quiere.
Ahora viene lo bueno: los pujadores eran todos hombres de paja de los dos hermanos, jugando con dinero de éstos sobre obras de su colección. ¿Listos, eh?

En 1986 yo estaba en Nápoles dando unas clases y vi anunciada en la galería de L A una exposición de Warhol con el tema de los volcanes. Muy apropiado para la ciudad del Vesubio. ¿Quién era este L A? Un blanqueador de la Camorra.
Un amigo que hice allí, escultor, me aclaró las cosas en un pispás: "Aquí no pueden pagar cuadros a millón más que los de la mafia". Bonita operación de blanqueo del dinero de la basura, la mierda de todos los colores y todos los negocios sucios a los que aquella gente dedica su tiempo.

Naturalmente L A estaba muy bien conectado en NY. Tanto que su amante, un chico muy guapo que trabajaba en la oficina y hacía los recados, se puso a pintar e hizo su primera exposición –¡la primera!– en el Guggenheim de NY. Imaginad si eran largos los tentáculos del pulpo.

En fin, ya lo dejo porque todo esto es para escribir un libro y que te peguen fuego después. Nada, a seguir pensando que si son tan famosos algo tendrán.