Momento muy bueno para comprar

Quienes quieran mantenerse fieles a la fotografía argéntica o aquellos que quieran iniciarse, nunca lo han tenido tan fácil como ahora. En cualquier formato, desde 35mm hasta el más grande de todos, 8x10" o 20x25cm.

Equipos que costaban sumas notables porque eran herramientas de gente que se ganaba la vida con ellas, están ahora al alcance del aficionado. Nombres como Leica, Hasselblad, Mamiya, Linhof, Sinar... eran sinónimo de calidad y profesionalidad, máquinas para un trabajo bien hecho.

¿Quién ha visto una Linhof, que costaba lo que un coche utilitario de entonces, venderse por 600 euros? Nunca pensé que viviría cosas como ésta. Las mejores ópticas del mundo pueden encontrarse a partir de 400 o 500 euros.

En unos años pasará la fiebre aunque la gente, la fotografía de consumo, siga haciéndose con móviles de mayor resolución cada seis meses. Felices ellos. Lo que nunca podrán hacer de nuevo porque su precio barrería todas las fronteras son esas cámaras clásicas, verdaderas joyas de la ingeniería mecánica, con unos materiales y un cuidado, con unos test de calidad que no toleraban la menor dureza en su funcionamiento.

Aprovecháos mientras podáis porque la situación no se repetirá. Os voy a poner un ejemplo: aunque nunca he sido un bibliófilo de primera línea poseo algunas primeras ediciones de cosas muy interesantes y buscadas. Lo curioso es que las compré cuando tenía veintipocos años, es decir, cuando no tenía dinero. Las bibliotecas cambian de manos cada cierto tiempo y su valor aumenta. Lo mismo ocurrirá con las joyas de la mecánica. No cualquier cosa, sino joyas.