Cada cosa a su edad.

Alguna vez os he comentado que no hay fotógrafos de guerra viejos: o lo dejan o los matan. Si para fotografiar en la calle hay que ser tan rápido de reflejos como una ardilla porque el momento dura un instante, imaginaos cómo hay que estar para hacer frente a una situación de guerra: rápido en reacciones, capacidad instantánea para valorar el peligro, piernas rápidas y vientre flaco, fuerza para aguantar penalidades y equipo pesado durante jornadas interminables, sobriedad para comer y beber sólo cuando se puede...

Mi apuesta personal es cuánto más aguantará James Nachtwey (para mí el mejor junto a Don McCullin) pues ya pasa de los 50. El tío se mantiene físicamente muy bien y es la imagen misma de la sobriedad pero ya salió gravemente herido en la guerra de Irak (un terrorista les metió una granada dentro del coche en el que sólo viajaban periodistas y fotógrafos, a pesar de que llevaba bien claro el rótulo PRESS). ¿Qué hará cuando termine forzosamente su trabajo en los conflictos porque las piernas ya no respondan como siempre?

McCullin se retiró con mucha dignidad, personal y fotográfica. Volvió a Inglaterra y estuvo varios años fotografiando la vida de las calles. Resultado de ello es un libro espléndido que se titula "Homecoming". Después se retiró a una casa en el condado de Somerset para lamerse las heridas del alma y allí produjo una serie de paisajes y bodegones de primerísima calidad y nada tópicos, expresando muchas cosas sobre sí mismo. Salió para hacer lo que nadie hubiera pensado nunca que haría: fotografiar ruinas romanas por todo el Mediterráneo y otra vez hizo un gran libro. Después nos obsequió con su particular visión de las tribus africanas y ahora, a los setenta y tantos, anda perdido en las selvas de Nueva Guinea fotografiando a los indígenas. Cualquier día de estos aparecerá publicado ese trabajo y nos daremos cuenta de que nuevamente ha vuelto a dar en el centro de la diana.

Ese muchacho pandillero, sin padre, que sentía el impulso de suicidarse cada vez que atravesaba un puente y al que una cámara salvó de la vida en las malas calles. No sé si ha existido un fotógrafo tan honesto consigo mismo y con los demás como McCullin, menos atento al estilo o a la técnica (la necesaria y ni un pelo más) y más a lo que nos está contando. Para mí la mejor fotografía sobre la guerra que se haya hecho hasta la fecha la ha hecho él: un soldado norteamericano en estado de shock tras ver morir a varios compañeros. McCullin centró al personaje y le hizo un retrato directo, brutal, sin falsos alardes. El personaje nos lo transmite todo con su expresión. Un prodigio de fotografía de guerra.

Es daltónico y eso le ha impedido adentrarse en el color, así que sigue fotografiando en blanco y negro. Se nos está haciendo anciano mientras los conceptualistas, los Gursky y compañía gozan de una fama inmerecida. Así es el mundo y así es la vida. Quienes amamos la fotografía sincera y valoramos a los fotógrafos honestos siempre tendremos a McCullin puesto en el altar del reconocimiento. Que Dios le dé mucha vida todavía para que podamos seguir disfrutando de su trabajo.

jhon escribió: Pero entonces tu que haces, vas a la guerra o no, por que yo no veo una guerra en tu futuro como te dije ayer.

No, si voy a Irak no voy a la guerra sino a una ciudadela en el norte del país, en el Kurdistán, cerca de Irán y Turquía, que tiene 4.500 años de antigüedad. Se trata de un trabajo de documentación y algo más.

Entre kurdos no hay problemas porque odian a lo sirakíes por el duro castigo al que los sometió Sadam por haber ayudado a los norteamericanos en la primera guerra, lanzándoles incluso armas químicas y exterminando a una parte de la población.

El peligro es una guerra Israel-Irán, como dije ayer, algo que todo el mundo da por hecho y que no tendría más remedio que ser con bases de aprovisionamiento en el Kurdistán, al no prestar Turquía sus bases a los judíos. Si me pillara, la única solución sería intentar escapar por la frontera turca hacia Estambul pero toda esa zona estaría sometida al fuego iraní.

xagile escribió: Supongo que muchos de vosotros lo habrá visto, pero para los que no supierais de su existencia, hay un documental titulado Fotógrafo de guerra, que es sencillamente impresionante, es de James Nachtwey y te pone los pelos de punta. El tio se pone una camarita de viseo microscopica encima de su Canon y puedes ver incluso coo va variando en diafragma y la velocidad ademas de estar viendo lo que pasa ante sus morros. Lo recomiendo de todas todas.

Altamente recomendable. Lo vi en su día en la tele de pago. ¿Te has fijado en el detalle del fotómetro Minolta V de luz incidente? El tío no quiere andar perdiendo el tiempo con mediciones, quiere encuadrar y disparar.

leican escribió: Está en youtube?

xagile escribió: Supongo que muchos de vosotros lo habrá visto, pero para los que no supierais de su existencia, hay un documental titulado Fotógrafo de guerra, que es sencillamente impresionante, es de James Nachtwey y te pone los pelos de punta. El tio se pone una camarita de viseo microscopica encima de su Canon y puedes ver incluso coo va variando en diafragma y la velocidad ademas de estar viendo lo que pasa ante sus morros. Lo recomiendo de todas todas.

Sí, lo puedes ver en Youtube. Pon War Photographer.

Está completo, dividido en una serie de episodios y subtitulado.

xagile escribió: Es acojonante, a mi me impactó, es más me han entrado unas ganas tremendas de volverlo a ver. Este tipo ha recogido con su cámara las imágenes más impresionantes de las guerras modernas, pero no quisiera saber las imágenes que debe tener recogidas en su cabeza, y esas una noche y otra revelandose, debe ser horroroso. Hay que estar hecho de una pasta muy especial.

Es un tipo de una pasta especial realmente. No bebe ni se droga, ni tiene los problemas habituales de quienes han pasado por situaciones complicadas. Es un hombre tranquilo, que mantiene la cabeza muy fría y nunca pierde su humanidad por hacer una foto más.