Un negativo bien expuesto. ¿Un raw bien expuesto?

Quien haya bregado tiempo suficiente con los negativos sabe distinguir uno bien expuesto sólo con echarle un vistazo. Presenta un equilibrio tonal entre luces con detalle, rica gama de medios tonos y sombras igualmente detalladas. Un negativo de ese tipo se copia fácilmente en papel (es "muy printable" vienen a decir los anglo-parlantes) y aunque una copia trabajada del mismo no sea una copia directa y siempre habrá que darle un carácter, el toque personal del fotógrafo, no es menos cierto que una copia directa obtendrá la mayor parte de la información existente.

Con el raw no parece suceder lo mismo, o yo estoy en un serio error. Si lo exponemos bien, como una imagen definitiva, la información en el histograma puede no coincidir en absoluto con lo que se considera un raw bien expuesto por los entendidos. Hablan estos de sobrexponer uno o dos pasos (midiendo en las luces) para que el dichoso histograma forme una campana de Gauss con los extremos de la misma equilibradamente repartidos entre la derecha y la izquierda. Quiere esto decir que la exposición inicial, al contrario que en el negativo, no debe ofrecer un buen aspecto sino que habrá de ser manipulado mediante las diferentes técnicas y programas digitales para reproducir la escena inicial.

Es decir, tendríamos una primera imagen que no se asemeja a lo que vemos y deberíamos diferir el obtener esa visión hasta que el raw hay sido manipulado con el software.

Como decía en otro hilo, tomar esas decisiones resulta sencillo cuando uno planta su trípode con la cámara ante el tema y decide cómo visualizarlo y, por ello, como le conviene exponer. ¿Pero qué pasa con la foto documental? Esta ha de ser rápida, instintiva, dispones de un tiempo brevísimo -que a veces no se cuenta en segundos sino en décimas- para encuadrar y disparar. En tales circunstancias, ¿cómo ponerse a pensar en histogramas, compensaciones y todo ese tipo de cosas?