Cómo seguir usando película para tus fotos y no morir en el intento.

Hay muchos profesionales (todos los de la prensa, casi todos los de magazin, los papparazi que trabajan para colorines aunque los que ahora ganan dinero de verdad son los que utilizan vídeo, los de deportes, moda, producto... legión) que definitivamente hacen todo su trabajo en digital, aunque algunos 'enreden' con una Leica en su tiempo libre para seguir 'sintiendo' el husmillo de la fotografía tradicional.

Quedan muchos romanticones que siguen haciendo todo el proceso químico, de la toma al papel. En todos los formatos e incluso hay un creciente interés por lo que ahora se llama 'técnicas alternativas' y que no deja de ser sencillamente la fotografía de otro tiempo, con sus ventajas, desventajas y encantos.

Pero todo esto es sabido, tanto como que buena parte de los aficionados a tiempo parcial prefieren hacer las cosas en digital por comodidad. Bien está, que cada perrillo se lama su cipotillo como pueda y le pete.

Digamos que quieres seguir usando película por la razón que sea (cámaras y lentes excepcionales que son ahora asequibles, melancolía, lo que te dé la gana). El estupendo escritor y químico George F. Crawley (fallecido años atrás) predijo la situación: habrá gente que preferirá seguir haciendo la toma con película, digitalizar esta e imprimir digitalmente.
Es fácil, es sencillo y –aunque hay que contar con el coste de la película y los químicos– existen otras ventajas, objetivas unas e intangibles pero reales, otras.

Todo lo que se precisa es un tanque para trabajar a plena luz y unos químicos básicos si la elección es el blanco y negro. Recientemente unos italianos han puesto a la venta uno de esos tanques daylight mediante una campaña de crowfunding. Ha sido un éxito completo: recaudaron una fortunita en dólares y tienen toda la producción vendida hasta el próximo agosto. Y sin embargo su invento es una puesta al día, una copia actualizada del viejísimo tanque Rondinax que Leica diseño para Agfa en los años 30 y que siguió fabricándose –cada vez mejor– hasta finales de los 60, si no estoy equivocado.

La peculiaridad de los citados tanques es que puedes hacer toda la operación, incluyendo la carga de la bobina, con la luz encendida.

Suponiendo que lo tuyo sea el color, tampoco es demasiado complicado: puedes hacerlo fácilmente con una procesadora Jobo (si te cabe en casa) o con una bandeja calefactada, que las hay muy precisas. Pon tus químicos a 38ºC y tendrás unos resultados –lo mismo en diapositiva que en negativo color– que ningún laboratorio profesional te va a procurar.

Hacer una hoja de contactos digital está chupado. Es un tema que ya se ha comentado sobradamente en el foro pero aquí van de nuevo unas cuantas sugerencias:
-Usa una mesa de luz o el cristal de una ventana orientada al Norte o, en todo caso, sin luz solar directa.
-Coloca tu cámara en un plano paralelo a la hoja de negativos o diapos. No es necesario que la cámara sea de primera, ni siquiera de segunda. Un macro te hará mejor el trabajo que un objetivo estándar.
-Tira en raw si la cámara te lo permite.
-Si puedes medir temperatura de color, en el caso de película de ese tipo, perfecto. Si no coloca una tira de papel lo más blanco posible para utilizar el cuentagotas en PS.

Ya puedes archivar tu hoja de contactos (hazlo con buena resolución para que puedas ampliar cada negativo en la pantalla del ordenador hasta donde te convenga. Si eres de los que prefieren ver las fotos en la pared ordena que te hagan copias a 13x18 en una de esas máquinas que hay por todas partes. Lo que importa es pincharlas en la pared e ir descartando las que te canses de ver (el procedimiento es más viejo que el mundo; no es de Larrain, sorry).

Si alguna supera la escoba del tiempo, hay estupendos printers en España aunque yo siempre te recomendaré AF Photolab en La Coruña.

Por cierto: no se trata de reverdecer el debate manido sino de animar a que la gente sepa que se pueden hacer trabajos excelentes sin necesidad de entrar en el mundo hi-tech. De hecho, en un texto reciente sobre Fred Herzog, se habla de las extraordinarias dificultades que presentaba pasar sus Kodachrome a papel fotoquímico cómo se resolvió de un plumazo el problema digitalizando.

gerard_alis escribió: El precio de la procesadora pica, la verdad. Aunque supongo que a medio plazo la tienes amortizada. Entiendo que en diapositiva faltaría algún sistema para añadir los marquitos. Con el kit de Polachrome venía un utensilio que permitía cortar la película y inmediatamente colocarle los marcos, con lo que se hacía algo relativamente rápido. Existe actualmente algún cacharro que permita eso. Supongo que no debe ser difícil hacer un utillaje que lo permitiera.

Había un cacharrete (barato y que no debe ser difícil de encontrar usado) que hacía todo del tirón: cortaba la diapo a la medida exacta y te ponía el marquito. La segunda parte casi era lo de menos pues se comercializaban unos de plástico –estupendos– que funcionaban mejor en el proyector. Por cierto que todavía conservo un Leitz y un Rollei, con unas lentes maravillosas. Cómo cambia el mundo. Hablo de hace casi medio siglo, qué horror.

El último cortador que tengo me lo regaló mi amigo ApoLan, con luz incorporada. Sencillo pero muy bien pensado.