Como alguna vez hemos comentado, la técnica del Carbon Transfer es la más duradera de todas las técnicas de copiado fotográfico. Antiguamente tenía un problema: el negativo ha de ser tan grande como el positivo por ser una técnica de contacto. Actualmente, con la impresión digital, tal problema ha desaparecido pues hay un material sobre el que podemos imprimir nuestros negativos del tamaño que queramos, sólo limitado por el ancho de la impresora.
Aunque en el vídeo se ve cómo preparar el tissue ni siquiera hay esa necesidad pues Bostick&Sullivan, de Santa Fe, Nuevo México, vende al parecer un tissue ya preparado de primera. Es decir, sólo tendríamos que sensitizar el tissue, ponerlo bajo un cristal con el negativo (o en una prensa de contactos), exponer el sandwich a la luz y revelar el positivo con agua caliente.
El aspecto de una copia al carbón es precioso. Tengo en casa algunos originales de Sandy King y ese relieve, esa casi tercera dimensión que aporta la técnica es muy bella.
Y ya no hablo más, mirad el vídeo:
If you think it’s all been done, you’re not looking very hard, you’re not thinking very hard.
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