¿Cuál es la mejor MF?

Ha habido muchas cámaras de MF de gran calidad. Podríamos dividirlas en dos grandes grupos: las que son más adecuadas para estudio o trabajar con trípode y aquellas otras que son mas fáciles de utilizar a pulso.

De las cámaras de estudio destacaría tres marcas, por orden de antigüedad: Hasselblad, Rolleiflex SL66 y Mamiya RZ. ¿Cuál es la mejor de las tres? Eso resulta casi imposible de responder en términos objetivos, imponiéndose la subjetividad del usuario. Digamos que la SL66 utilizaba la misma óptica que Hasselblad pero tenía algunas pequeñas ventajas: el enfoque se hacía desde el cuerpo, como en las cámaras de GF, y no desde el objetivo. Eso permite hacer objetivos mucho mejor corregidos. ¿Por qué no triunfó una cámara que era una maravilla? Cosas del mercado, aquello de la subida a la luna de la Hassel y porque la cámara sueca se jamó el terreno de los fotógrafos de moda. Rolleiflex cosechó un sonoro fracaso a pesar de lo buena -repito- que era la cámara. Otra ventaja, y no pequeña, era que el objetivo podía descentrarse hacia arriba y abajo (tilting). Eso supone una ventaja para enfocar desde más cerca y por más distancia, por ejemplo, lo que es muy adecuado para los paisajistas.

Las lentes Zeiss tienen una peculiaridad -o al menos tenían-: definición y suavidad al mismo tiempo; un color muy natural, menos chillón que el característico de las lentes japonesas.

La Mamiya RZ es un caso en sí misma. Triunfó muy rápidamente y se asentó como cámara profesional. Es pesada pero llena de refinamientos técnicos y con unas lentes de una nitidez aterradora (los fotógrafos fashion debían usar filtros suavizadores para no sacar poros a las modelos). No es una cámara adecuada para la calle pero en el estudio yo no la cambiaría por ninguna, aparte de su formato 6x7, con la misma proporción que las cámaras de GF, el llamado rectángulo Ideal.

De las cámaras MF de mano hay que destacar la Rolleiflex TLR, en absoluto inferior a otras más modernas, y si monta el diseño Planar de lentes, de una definición y suavidad similar a Hassel.

Después destacaría las dos Mamiyas "de mano": el modelo 6 moderno (hay una Mamiya 6 muy antigua que nada tiene que ver con la calidad de que estamos hablando) y la Mamiya 7, una cámara sorprendente, se la mire por donde se la mire. Una cámara que viene a manejarse como una telemétrica de 35mm (algo más complicada de cargar, eso es cierto) y que monta algunos de los mejores objetivos que se hayan diseñado hasta la fecha para MF. Tanto su 43 como 65, 80 o 150 superan en resolución incluso a los objetivos desarrollados para la RZ, excepto en el modelo conocido como "makro-planar" aunque no se denomine así comercialmente.

Una Mamiya 7 cargada con película de blanco y negro o color es realmente un cañón. Para los principiantes tiene la pequeña dificultad de acostumbrarse a la medición spot pero, una vez controlado el asunto, no hay mejor sistema de medición.

En fin, no os doy más la vara por hoy. Disculpad mis largas digresiones, sólo animadas por el deseo de ser útil.