Javier Vallhonrat: Interacciones, 2011-2015

Es un debate interesante.

Yo he observado que la calidad del arte y el discurso del artista son independientes. Grandes artistas pueden hacer discursos pedantes o llanos; artistas mediocres pueden hablar con sencillez o como profesores de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid (el Everest de los discursos inaprehensibles en castellano).

Vallhonrat es un buen artista aunque hable a veces de forma críptica para los que no somos de Bellas Artes (españolas).

Pero no debemos juzgar la obra del artista por su forma de hablar o escribir. Yo hice los comentarios anteriores porque, a raíz de un comentario de Pablo Rodrigo, se me ocurrió que podía estar surgiendo una sublengua del castellano en el mundo de los artistas plásticos castellano-parlantes (¿plastiqués?), como lentamente emerge el 'inmunologués' en el mundo de la inmunología (en castellano).

Serían sublenguas (o jergas) porque hay muchos neologismos y los significantes poseen significados diferentes a los del castellano común. Ahí radica su dificultad.

Las jergas son cómodas para colectivos profesionales o de otro tipo, y está bien que se empleen en reuniones técnicas, pero imaginaos que vais al médico porque tenéis el colesterol elevado y os dice 'el abanico de objetivos terapéuticos que le propongo tras estratificar su riesgo individual es el de la ESC-Task Force 2007; puede usted consultarlo en Eur Heart J 2007;28:2375–414'. ¿No preferiríais que os dijese 'tiene usted el colesterol elevado; como, además, tiene otros riesgos por la tensión alta y el azúcar le voy a poner un tratamiento para bajar el colesterol 'malo' por debajo de 70 (mg/dl)'. Es lo mismo, pero dicho de forma amable.

Como decía Ortega, la claridad es la cortesía del filósofo

Saludos

Es la dicotomía entre hacerse el interesante y serlo (en arte). Pero no confundamos el discurso ininteligible con el inteligente.