MCCULLIN (DoCUMENTAL 2012)

Muchas gracias, Octavio. Qué pedazo de fotógrafo, qué dignidad y qué nobleza ante las cosas más terribles. Se nota que siento una gran admiración por él.

Cuando dejó la foto de guerra (ahora ha vuelto, con muchos años encima) se le daba por acabado. En realidad demostró que no necesitaba la guerra para ser bueno. Todos sus libros posteriores son una gozada, todos.

Lo curioso de McCullin es que no ve bien el color porque es daltónico. Ha hecho algunos intentos pero no le funcionaron bien. Sin embargo, con su cámara digital actual, está haciendo color.

Buenos días desde la pérfida Albión, habrá que acercarse a ver algo de este buen hombre que seguro hay por aquí.

Voy a buscar dónde se encuentra la cámara, por curiosidad, que e slo menos importante, pero será de las más icónicas que existan.

Yo sé que no se puede separar al McCullin fotógrafo de guerra del otro pero hay obras suyas en el apartado "foto callejera" que son muy emocionantes. Y qué decir de ese libro de ¡paisajes! en blanco y negro, fotos hechas durante sus paseos en los alrededores de su casa en el Somerset. O su libro sobre la India, o el de las tribus del río Omo (tan bueno que cuando lo vi desistí de hacer ese viaje que ya estaba planificado) o el de las ruinas romanas en el norte de Africa. Un fotógrafo que no tiene desperdicio, lo mires por donde lo mires. Y un ejemplo moral para todos los fotógrafos (buscad esa foto en la que se ve a McCullin cargando a hombros a una anciana para sacarla de los tiros, dejando de fotografiar). Un antiguo pandillero con ideas suicidas a cuenta de un padre alcohólico y maltratador que encontró en la fotografía un modo de redención personal.

el de Londres es igual de bueno!

Precisamente hoy aparece este artículo sobre McCullin. Felices los que puedan ir a Perpiñán este año. Sólo por ver la exposición McCullin ya vale la pena el viaje.

cultura.elpais.com/cultura/2013/09/05/actualidad/1378407127_350799.html