Decimos Leica pero...

Además de mis Leicas analógicas (8 entre diferentes modelos) tengo una M9 -no cito esto para poner los dientes largos a nadie sino para que os deis cuenta de que no llevo con Leicas desde anteayer- y además tengo una X1 a la que apenas doy uso y una Panny (¿o Leica?) que me ha sido muy útil para fotografiar de noche inadvertidamente en ambientes no muy recomendables.

Resulta curioso que, cuando tengo la M9 en las manos, siento que tengo una Leica aunque lleve componentes extraños a su habitual naturaleza, sea tan rara la sensación al disparar y el feeling sea diferente al de cualquier Leica analógica.

Sucede que cuando tengo la X1 no identifico en absoluto que sea una Leica. Su tacto no es el habitual, tampoco sus reacciones. Es bonita, no digo que no, y su tamaño es muy similar -salvando distancias- con una Leica 1f que utilizo bastante con un Super Angulon 21mm.

Leica, una vez inventada y desarrollada la cámara de 35mm, ha sido tal vez la marca que menos innovaciones reales ha hecho mientras duró la fotografía analógica. Soltabas una M3 y cogías una M4 y el tacto era el mismo, la respuesta idéntica. Y lo mismo vale decir para cualquiera de las cámaras anteriores a la serie M.

Eso, que para muchos podía representar una desventaja, para otros era muy de agradecer que la gente de Leitz se mantuviera fiel a unos principios y -por qué no decirlo- a un estilo fotográfico y a una manera de estar en la fotografía.

¿Seguiremos pudiendo decir lo mismo en el futuro?

Espero que si

Eso es lo que yo espero...