Fotografía, ¿lo mas importante?

Una cerveza!

La pesca es mucho menos importante que la fotografía, al menos para mí, pero recuerdo años atrás cuando mi compañero de salidas piscatorias y yo nos encontrábamos a bordo de la barca, en un día perfecto de primavera y con los peces activos.
Él, que era muy mujeriego, solía decir:
-Qué prefieres, ¿este momento o un par de mujeres?
A lo que yo siempre respondía, antes de las risas:
-No cambiaría esto por ninguna mujer, incluida la propia.
Así que imaginad una buena expedición fotográfica.

Un amigo de hace muchísimos años, gran fotógrafo (para mí uno de los mejores en nuestro país), me contó que le resultaba imposible llevar a su mujer a viajes fotográficos. Para sobrellevar el problema, ya que a ella le encantaba acompañarle, intentó que se aficionara a la fotografía y lo consiguió. Cuando llegaban al sitio se separaban y no volvían a juntarse hasta que la luz se había ido. El problema es que, cuando volvían al hotel, terminaban discutiendo cada vez más acaloradamente a causa de las fotos. Decidieron salvar su matrimonio y que ella no le acompañase más.

Por mi parte, mi mujer es muy comprensiva y me conoce muy bien. No suele acompañarme en los viajes y, si lo hace, permite que yo vaya a mi bola y jamás me da la lata. Si es inevitable que tenga que salir conmigo se distancia lo suficiente como para no estorbarme y me va esperando cuando yo me quedo rezagado o hablando con alguien. He tenido mucha suerte en esto.

Brandt escribió: La pesca es mucho menos importante que la fotografía, al menos para mí, pero recuerdo años atrás cuando mi compañero de salidas piscatorias y yo nos encontrábamos a bordo de la barca, en un día perfecto de primavera y con los peces activos.
Él, que era muy mujeriego, solía decir:
-Qué prefieres, ¿este momento o un par de mujeres?
A lo que yo siempre respondía, antes de las risas:
-No cambiaría esto por ninguna mujer, incluida la propia.
Así que imaginad una buena expedición fotográfica.

Un amigo de hace muchísimos años, gran fotógrafo (para mí uno de los mejores en nuestro país), me contó que le resultaba imposible llevar a su mujer a viajes fotográficos. Para sobrellevar el problema, ya que a ella le encantaba acompañarle, intentó que se aficionara a la fotografía y lo consiguió. Cuando llegaban al sitio se separaban y no volvían a juntarse hasta que la luz se había ido. El problema es que, cuando volvían al hotel, terminaban discutiendo cada vez más acaloradamente a causa de las fotos. Decidieron salvar su matrimonio y que ella no le acompañase más.

Por mi parte, mi mujer es muy comprensiva y me conoce muy bien. No suele acompañarme en los viajes y, si lo hace, permite que yo vaya a mi bola y jamás me da la lata. Si es inevitable que tenga que salir conmigo se distancia lo suficiente como para no estorbarme y me va esperando cuando yo me quedo rezagado o hablando con alguien. He tenido mucha suerte en esto.

Mi Zora es un solete, a parte de que la mitad del carrete lo gasto en ella, siempre sabe cuándo apartarse, porqeu conoce mi manera de atacar o abordar a la gente, en el sentido fotográficamente bueno de la palabra. Y siempre siempre, mete los carretes en las espirales y los tanques, yo hago los químicos, me encanta hacer las cosas estas con ella, eso sí, no cambio mis paseos matutinos por el Londres lóbrego y gris, por nada del mundo.

lerkrel escribió: Así da gusto Bruno, suerte la tuya.

Ciertamente!