Leer, de André Kertész

"La imagen de una persona que lee es, como toda imagen, inocente en sí misma. Es el acto de traducción que hace quien la ve el que carga esa imagen de significado, declarándola positiva o negativa, memorable o banal, prestigiosa o deleznable."

Alberto Manguel, en el prólogo de "Leer", de André Kertész.

Delicada y acertada edición de un clásico imprescindible, por primera vez con un prólogo en castellano, a partir de la reedición inglesa de 2008.

Disfrute asegurado.

Gracias por la aportación. Ver la obra de Kertész activa siempre muchas neuronas, aunque a veces no se vea belleza en ella.
Saludos

Brandt escribió: Kertész es muy grande pero hay varios Kertész. Aunque la adversativa –pero– parezca traducir connotaciones peyorativas no es así, para mí, sino todo lo contrario.
El Kertész callejero se adelantó a HCB y, aunque este nunca se explayó sobre esa influencia temprana, es fácil deducirla si miramos las fotos de Kertész de su primera etapa parisina.
Y está el Kertész casi conceptual pero, al contrario que estos estudiantes de BB.AA. con prisas, en él sigue habiendo fotografía por encima del deseo de épater les bourgueois.
Y el que se va a USA huyendo de la barbarie nazi, creyendo que allí le van a aplaudir como en París, sin darse cuenta de que la fotografía norteamericana hacía muchos años que tenía sus propios caminos y no le necesitaba para nada. Un tiempo de soledad, de malvivir haciendo unas fotos extraordinarias, fuera de tiempo y lugar. Como ese húngaro maravilloso –escritor– Sandor Márai: desplazado, sin lengua propia en un país que sólo aprecia aquello que le da la razón.
Magnífico Kertész. Y es buena cosa que la gente aficionada y amante de la fotografía que no conozcan su obra puedan ir acostumbrándose a ella.

Gracias por la información, Brandt. Y hablando de Sándor Márai, dice mucho sobre el nivelito de nuestro país que no se mencione en los libros de Bachillerato (como muchos otros autores marginados por anticomunistas) y, en cambio, tengamos, como académicos, a Pérez-Reverte, a Ansón, a Cebrián... No comment.

Pues sí, un fotógrafo enorme. Quizá nunca se le ha valorado tanto como a HCB porque también hizo otro tipo de fotografía más artística y minoritaria, como esos cuerpos distorsionados que tanto recuerdan a Dalí, aunque creo que él se enroló en el bando dadaísta.
Su fotografía callejera me merece más de cinco estrellas. Ya empezó en Hungría a demostrar enormes dotes y en Buenos Aires también tiene fotos magníficas. Hay imágenes suyas que podrían pasar por ser de HCB y viceversa, y creo que eso ya lo dice todo. Puedo ver ese tipo de fotos cien veces sin cansarme, disfrutando del equilibrio y la inteligencia de cada encuadre, de cuando aún se pensaban un poco a lo GF, por así decir, puedes notar un cierto ascendente Atget.
Yo creo que este tipo de fotografía clásica volverá, no inmediatamente, sino a medio plazo cuando pase la vorágine digital y sus actuales cámaras sean relevadas por otros dispositivos. Entonces el clasicismo en la fotografía química volverá, como hoy ha vuelto el colodión, y a pie de calle, la gente ya no será tan reacia ante una Leica, porque la valorará como un anacronismo, tal y como ya sucede con una GF o una minutera. El futuro a corto plazo es malo, pero el siguiente no. Algún genio anacrónico, como Antonio López en la pintura, recogerá el testigo de los Kertész y HCB. Tiempo al tiempo. Por ahora, podemos disfrutar del magnífico libro que recomienda Efe.

technotechie escribió:

Brandt escribió: Kertész es muy grande pero hay varios Kertész. Aunque la adversativa –pero– parezca traducir connotaciones peyorativas no es así, para mí, sino todo lo contrario.
El Kertész callejero se adelantó a HCB y, aunque este nunca se explayó sobre esa influencia temprana, es fácil deducirla si miramos las fotos de Kertész de su primera etapa parisina.
Y está el Kertész casi conceptual pero, al contrario que estos estudiantes de BB.AA. con prisas, en él sigue habiendo fotografía por encima del deseo de épater les bourgueois.
Y el que se va a USA huyendo de la barbarie nazi, creyendo que allí le van a aplaudir como en París, sin darse cuenta de que la fotografía norteamericana hacía muchos años que tenía sus propios caminos y no le necesitaba para nada. Un tiempo de soledad, de malvivir haciendo unas fotos extraordinarias, fuera de tiempo y lugar. Como ese húngaro maravilloso –escritor– Sandor Márai: desplazado, sin lengua propia en un país que sólo aprecia aquello que le da la razón.
Magnífico Kertész. Y es buena cosa que la gente aficionada y amante de la fotografía que no conozcan su obra puedan ir acostumbrándose a ella.

Gracias por la información, Brandt. Y hablando de Sándor Márai, dice mucho sobre el nivelito de nuestro país que no se mencione en los libros de Bachillerato (como muchos otros autores marginados por anticomunistas) y, en cambio, tengamos, como académicos, a Pérez-Reverte, a Ansón, a Cebrián... No comment.

Tampoco sé si Thomas Mann o Stephan Zweig tienen mucho espacio den los currículums de Bachillerato, son autores que se tienden a descubrir por otro cauces. Aquí, pues eso, la cosa patria.

Qué tremenda es la vida, todo un Sandor Márai que era un aristócrata centroeuropeo increíblemente culto y refinado y que acabara sus días en California... La mujer justa es una novela inteligente y apasionante, por si queréis completar vuestra lista de Reyes Magos. Así que, las guerras mundiales también se llevaron por delante a toda una clase alta centroeuropea con una educación imponente elaborada a base de generaciones y siglos. No sé si Kertesz pertenecía a ella, no me extrañaría al ser compatriota de Márai...

maguilar escribió: Así que, las guerras mundiales también se llevaron por delante toda una clase alta europea con una educación imponente elaborada a base de generaciones y siglos. No sé si Kertesz pertenecía a ella, no me extrañaría al ser compatriota de Sarai...

No, no era su caso. Su origen era de judíos comerciantes, su padre era un sencillo librero, que para colmo murió a edad temprana, dejando huérfano a André a los 14 años.

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No tanto por su biografía, como por la recopilación de fotos.