Viaje a Lisboa

Lisboa tiene sus fotógrafos. En la actualidad es Rui Palha pero hay otros en el pasado que también lo hicieron estupendamente. Te recomiendan el barrio de Alfama y tienen razón pero evita los locales para turistas si quieres oír fado de verdad. Escoge uno de esos sitios cutres, espesos, pequeños y en los que sólo veas portugueses. Habitualmente sólo te darán de cenar patatas asadas y sardinas pero disfrutarás de buena música. No suele haber cantantes profesionales, el local pone un par de instrumentistas y son los parroquianos los que se lanzan, con mayor o peor fortuna. A veces surge la chispa y el ambiente se carga de emotividad. Es difícil fotografiar en esos cuchitriles así que lleva un angular para captar ambiente y algo un poco más largo para detalles.
En el Barrio Alto, en el Chiado, también puedes ver cosas interesantes de fotografiar. Corrijo al compañero: Pessoa no andaba por A Brasileira a pesar de lo que digan guías y el propio café. Su lugar de tertulia era bastante más modesto y está en la parte baja, un local bastante anodino. Sin embargo, muy cerca de A Brasileira tienes una tienda de cafés, tés y otras maravillas en la que puedes comprar el mejor té que existe por una cantidad moderada de dinero. Hace tiempo que no voy pero su variedad Earl Grey es exquisita, yo la compro a granell (siempre a granell) por kilos.

Lisboa es una ciudad para perderse caminando, no tienes límite. Pero ten cuidado con el material, camúflalo bien con cinta americana y –si puedes– olvida bolsas o cualquier otra cosa que te haga parecer fotógrafo. Hay más mangutas de los que te imaginas y, como hubo fábrica Leica en Portugal, muchos conocen el valor de lo que llevas.

Querido Maguilar: parece que todos los cafés con un poco de época en Lisboa se disputan a Pessoa. Es normal, los grandes nombres atraen turismo aunque sólo pasaran por allí de cuando en cuando. No recuerdo el nombre del cafetín en el que de verdad se sentaba Pessoa. Me lo indicó un pintor lisboeta hace la tira de años. Estuve allí cuando lo de los claveles y fue la primera vez que oí mencionar a Pessoa y sus heterónimos. Aprendí a leerlo en portugués, algo realmente fácil. Me ha acompañado a trechos desde entonces. También Miguel Torga, el médico escritor (o al revés) que ejercía en Coimbra pero nació en Tras-òs-Montes. Estuve siguiéndole la pista hace también muchos años y llegué a su pueblo pero el escritor ya había muerto.