El vinilo y el carrete tendrán una segunda vida...

Es una buena analogía, puesto que del mundo analógico, frente al digital,se trata, la de los carretes y los vinilos, pero se queda en eso,en una pura analogía, pues creo que,en el orden fotográfico, salvo que Leica siga fabricando alguna nueva cámara analógica, nadie más lo hace y no sé si pasa lo mismo con los fabricantes de película. Es un mundo, pues, que no se renueva; no sucede lo mismo con el sonido analógico, en continua transformación, en un orden muy limitado, es cierto, y no en el aspecto del coleccionista, sino en el de volver a revivir lo que nunca ha sido superado por el cd o ese "perfect sound forever", como nos lo vendieron aquellos que decidieron acabar con los negros plásticos por una cuestión básicamente crematística y de beneficios, el negotium es el negotium, vive Dios. Es una paradoja que nunca antes, durante la época dorada del vinilo, se habían fabricado ingenios tan sofisticados (platos), con un muy pocas excepciones (algunos modelos de Thorens, el Reference y el Prestige y algún otro de la suiza Goldmund y algunos americanos), como cuando comenzó el auge de los cds. Y ello no sólo en lo que hace a los platos, sino, sobre todo, a los brazos y a las cápsulas y a los previos de phono. ¿Cómo es posible que, una vez fenecido el vinilo, se hayan construido los ingenios más finos y sofisticados para reproducirlo? Y lo mismo sucede con los vinilos, al menos en lo que hace al puro soporte, pues de las fuentes usadas para la música habría mucho que hablar. Recuerdo las porquerías de vinilos, que con el paso de los años iban mermando en grosor hasta quedarse en un mero papel de fumar. Hoy pueden conseguirse vinilos vírgenes de 180 gramos y, en ocasiones, aunque esto es cosa de los japoneses, aun de 200. También, a la par el cd ha ido evolucionando y algunos ingenios digitales nada tienen que envidiarle ya a un buen plato bien pertrechado con un buen brazo y una excelente cápsula; sin embargo, nunca llegarán a superarlo, al menos en la opinión de quien esto escribe, que está basada en mi percepción obviamente, pero creo que fundamentada, pues una buena parte de mi peculio (todo el que no se ha ido en cámaras -digitales-) lo invertí en chismes para reproducir música y, así, tengo lo mejor para reproducir el sonido digital (Mark Levinson y Dcs), pero si, pongamos por caso, quiero escuchar el saxo de Ben Webster, tiraré del negro disco, lo colocaré en un Thorens Ambiance con brazo SME y una cápsula Koetsu Urushi, todo ello pasado por un previo Nagra PLP, y disfrutaré cual mico.
Saludos.