El impresor ganó la apuesta

Manolo tiene más tiros pegados que una escopeta de feria en esto de lo químico y el digital. Fue el primero que introdujo en España la impresión por sublimación (un papel de 20x25, 600 pelas de antes, que era una pasta) y el Photoshop en diskettes (18). Para mí, y ya lo he dicho unas cuantas veces, es el mejor impresor.
Ayer me contaba una apuesta que le ha ganado al feliz dueño de una Sony A7II. Han puesto un bodegón, colocado un trípode y utilizado el mismo objetivo: un Contax de la época gloriosa, Manolo en su vieja Contax y el otro en la Sony. Mismos parámetros de exposición salvo que en la Contax 'respiraba' una Hp5+.
A un metro cincuenta la película seguía ofreciendo nitidez, el sensor de la Sony píxeles inservibles. Después me ha contado la jamada que se metieron entre pecho y espalda, pagando el de la Sony.

No, es Manolo de Galicia Color. Un verdadero crack como impresor digital. Antes hacía ambas cosas, químico y digital.
Para mí el mejor printer químico actualmente es José Caruncho. Jaume Blassi también es de primera pero no creo que trabaje por encargo desde hace muchos años.
Un gran printer es aquel que entiende a cada fotógrafo, lo que mejor le va a su manera de fotografiar y es capaz de respetar al autor y no imponerle su modo de trabajar. En suma, alguien que trabaja de muchas maneras y siempre en función del estilo del fotógrafo.
Se puede positivar muy bien las propias fotos pero no servir para printer. Me pongo por caso: mi trabajo bajo la ampliadora –sin falsas modestias– ha sido de primera para mis propios negativos. Les he dedicado el tiempo que merecía cada uno, he usado fórmulas químicas muy personales... y todo cuanto quieras. Pero no serviría para tomarme las mismas molestias con los negativos ajenos. Si digo que Caruncho es grande es porque puede hacer extraordinarias copias de cualquier autor y entender lo que éste necesita hasta la raíz. Lo ha demostrado tantas veces y con fotógrafos tan diferentes...
Esa es la razón por la que Mitrovic ha sido The Boss, porque era capaz de adaptarse a cada fotógrafo y sacarle lo mejor.

Conviene no olvidar la frase de Ansel Adams: El negativo es la partitura, la copia es la interpretación.