Reflexión

Voy a hacer una reflexión de por qué me gusta la fotografía de calle, mi intención es que los que seguimos por aquí participemos mas con nuestras opiniones.

En una sociedad tan dinámica como la de hoy en día, donde las personas carecemos de tiempo para observar lo que pasa alrededor, la fotografía es una forma de ralentizar el ritmo de los acontecimientos. A través de mi cámara me siento capaz de observar y analizar la realidad desde un punto de vista pausado y sincero.

Es un ejercicio de descomposición de la realidad exterior, la cual, está formada por miles de instantes fugaces que suceden a la vez y solo unos pocos llegan a ser atrapados. Para mí requiere de un aislamiento introspectivo, donde soy capaz de captar instantes únicos e irrepetibles dentro del basto océano de oportunidades.

La fotografía de calle es un desafío a la suerte, es un anteponerse a lo que pasará, con el fin de conseguir retener para siempre un mínimo instante del tiempo a través de una sola fotografía, un momento decisivo, anticipándome al futuro, o sea, un intuir “qué pasará después”. Es por ello que la fotografía de calle siempre cuenta con un alto grado de incertidumbre y margen de prueba/ error, donde la constancia y el instinto cazador se desarrollan con la práctica y la observación.

Mi trabajo es normalmente en B/N, simplemente porque me gusta reflejar la realidad tal y como yo la percibo, aunque en muchas ocasiones, el color es también elemento importante en las fotografías que hago. Me gusta trabajar solo y con el ruido exterior trabajo mejor, ya que al percibir más sensaciones exteriores, permanezco más alerta de lo que sucede alrededor, por tanto, me resulta más fácil reaccionar rápido.

En cuanto a espacios llenos o vacíos. Ambos son escenarios que me son válidos para fotografiar, y se complementan perfectamente, ya que trabajar en espacios llenos o vacíos genera resultados completamente diferentes. En los espacios llenos paso más desapercibido, pero hay menos espacio para la composición. En los espacios abiertos me resulta mucho más sencillo encuadrar y centrarte en un sujeto sin interferencias por medio, son imágenes diferentes.

Suelo disparar en digital ahora pero echo de menos la fotografía analógica, con más pausa, a modo de relajación donde las pulsaciones bajan, cuando el error tenía que ser mínimo porque solo contábamos con 36 exposiciones, y donde la diversión era absoluta y gratificante.

Soy de los que al fotógrafo de calle doy un único consejo que sea descarado, valiente, atrevido y honrado. Aceptando esto, se conseguirá acercarse más y perder menos oportunidades.

saludos y ánimo.

A mi me gustaba mucho en mis inicios pero cada día la aborrezco más ya me resulta muy difícil encontrar algo que me emocione como lo hacen las fotos de los grandes clásicos.

Las pocas ocasiones que he salido a hacer fotos en solitario en los últimos tiempos, me he centrado en lugares rurales y poco transitados ya que no me apetece soportar la hostilidad de la gente en la ciudad.

Decir que desde que soy padre, la mayor parte de mi fotografía va destinada a retratar el día a día de mi hijo, que desde luego que me trae más satisfacciones.

Saludos