El ahorro del archivo analógico

Ya he dicho más de una vez que, teniendo un archivo digital, no estamos seguros (no podemos estarlo por la propia naturaleza del archivo) de tener algo. Pero es que, además, hay un considerable ahorro en el mantenimiento del archivo tradicional analógico pues no sólo ahorraremos dinero en electricidad sino que, sin necesidad de hacer copias para asegurar la conservación (como sí estamos obligados a hacer con el archivo digital), ahorramos un dineral en gastos de copia y/o impresión.

Para ello basta con tener perfectamente procesados los negativos, con calidad de archivo (lo que implica necesariamente el eliminador de hipo y un lavado a fondo en lo términos requeridos por el tratamiento), y hechas las hojas de contacto, que serán las que nos indiquen lo que hay en el archivo. Sobre las citadas hojas de contactos marcaremos con un rotulador indeleble las que reúnen todos los requisitos de calidad como para ser elevadas a copia en papel a tamaño de archivo o exposición, aunque no es necesario que se haga en el momento.

Sí, como dice el compañero Efraín, no es necesario disponer de una ampliadora para hacer copias de contacto. Cualquier luz sirve siempre que contabilicemos los segundos en los que está encendida. Mejor, claro está, una ampliadora con reloj.

Para las copias de contacto se puede (y debe) utilizar papel RC. Es lo único para lo que yo lo utilizo. Se puede procesar muy rápido y no es exigente en el tiempo de lavado como sí lo es el papel de verdad (el RC es un plástico).