Se acabó la foto callejera

No hay nada que me produzca más espanto que inspirar pena a los demás, así que no ofreceré detalles. El caso es que ya no podré darme las grandes caminatas que requiere hacer fotos en la calle. Cierto, sí: a veces basta con quedarte por algún sitio más o menos cercano y que es un buen cazadero. Pero tienes que pasar muchas horas de pie y ya no es posible.
No todo es foto de calle ni patear ciudades desconocidas o que nos son muy familiares. Está el retrato o, como decía un viejo maestro, "no hay nada de lo que pasa en la calle que me interese más que lo que pasa en el silencio de mi casa". Uno puede seguir haciendo fotos hasta el final. Ahí está el maravilloso Kertész: cuando ya no podía salir a la calle nos dejó unas fotografías absolutamente geniales y maravillosas del parque frente a su apartamento en Nueva York. Todo un ejemplo.

No pasa nada que sea de preocupar, amigos. Todo estupendo aparte de unos cuantos cambios de hábitos. Hay suficiente obra hecha en las calles como para varias exposiciones. No hay por qué pensar que es la única posibilidad.

Cuándo vamos a ir a ver a Francisco al pueblo? Venga, petamos un hotel y disfrutamos de su companía joder