Me gustan algunas películas "lentas" por su fotografía, porque no siempre tengo paciencia, la verdad. Menos aún cuando el tema es sesudo y trata de ser "real", dramático. Casí prefiero el ritmo de un Tony Scott, que es todo lo contrario.
Pero si la fotografía es buena de verdad lo disfruto muchísimo, obvio. Por ejemplo me encantó la fotografía de el árbol de la vida, a veces la pongo de fondo mientras hago otras cosas...
A cuál de las dos te refieres, kings of the road, o París-Texas?
Pablo Rodrigo escribió: Me gustan algunas películas "lentas" por su fotografía, porque no siempre tengo paciencia, la verdad. Menos aún cuando el tema es sesudo y trata de ser "real", dramático. Casí prefiero el ritmo de un Tony Scott, que es todo lo contrario.
Pero si la fotografía es buena de verdad lo disfruto muchísimo, obvio. Por ejemplo me encantó la fotografía de el árbol de la vida, a veces la pongo de fondo mientras hago otras cosas...
A cuál de las dos te refieres, kings of the road, o París-Texas?
voy a buscarlas en filmin a ver si me seducen
gracias
Me referia a la que tu has mencionado: El cielo sobre Berlín. Pero da igual todas son buenas.
pero a mi me gustan sobre todo las dos que te mencionaba.
mmmmmm Toni Scott tiene una muy interesante la de "Juego de Espías", una película en la cuál se ve el mejor disfraz de un "agente de campo" de la CIA, el personaje de Brad Pitt de reportero gráfico de guerra. Además esta peli popularizo entre muchos combatientes (o terroristas en el lenguaje de EE.UU), el saber que entre los reporteros de guerra hay mucho agente de campo de la CIA o de los Servicios de Inteligencia y contra insurgencia Occidentales e Israelis.
Su hermano Ripley Scott tiene una muy trepidante (aunque ideológicamente sospechosa) llamada: Black Hawk Down. Distraída, muy distraída.
Un saludo
"Realizar fotografías simples de sujetos simples hechas con precisión y minuciosidad, de forma honesta, objetiva y humilde".
Leica M8; objetivo Zarl Zeiss Biogon 35mm f/2.8 T* ZM. Segunda cámara: Leica X 113. Y todo lo que pille para hacer lo que quiero hacer....
Última Edición: 10 años 2 semanas antes por Daniel.
El otro día ví la película en el cine y la verdad es que me he quedado un poco chafado. Me encuentro entre los que admiran a Salgado, quizás dejando a un lado "Génesis", y también a Wenders. Por eso tenía bastantes expectativas puestas en lo que podía salir de la combinación del trabajo de ambos genios.
Creo que la película está mal contada, resulta pesada y errática hasta para los que conocemos al personaje, pierde mucho tiempo en aspectos tangenciales y pasa por encima de otros mucho más importantes. Te vas con la sensación de que realmente no sabían que te iban a decir. Me huele a que le han dejado hacer mucho al hijo de Salgado y no aporta nada positivo ni al cine de Wenders ni a la fotografía de su padre. Ni siquiera la propia fotografía del film me pareció buena (por cierto, actualmente en cartelera tenemos otra película con una fotografía que a mí me impresionó: "La Isla Mínima"). La sala no ayudaba, con una proyección pasadísima de contraste, pero aún sí un documental sobre Salgado creo que debería tener unas imágenes y unos encuadres acordes con la obra del fotógrafo. No es así en absoluto, las imágenes son vulgares en su mayoría. Nada que ver con "Pina" o con "París, Texas"
La mayor parte del metraje de campo se corresponde con el proyecto "Génesis". Es lógico pues es a lo que se dedica Salgado ahora y probablemente no exista archivo en vídeo sobre sus viajes anteriores, pero seguro que tenía presupuesto para darse una vuelta por alguno de ellos. Al centrarse en su última etapa lo que vemos es a un fotógrafo acompañado de actores disfrazados de indígenas que van por la selva de turno sonriendo a la cámara. Obviamente no es así exactamente, pero tampoco hay un salto muy grande entre lo que vemos en la pantalla y lo que pueda estar pasando ahora mismo, en múltiples viajes organizados a cualquier parte de África en los que los turistas, previo pago de unos pocos dólares, entran en una aldea de cuento de hadas a fotografiar la danza de la lluvia.
Una nota positiva, en más de una ocasión pone nombre y apellidos a algunos de sus retratos, compensando un poco su tendencia a despersonalizar a la gente que fotografía.
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