Cómo nos ha liado la fotografía digital

Al plantear el tema no era mi intención volver a la polémica analógico versus digital aunque por dónde va un hilo no es asunto de quien lo plantea sino de lo que desean los foreros. Al fin y al cabo ellos son los que marcan las pautas del debate, cuando lo hay.

Era más bien hablar del modo en que lo digital ha alterado (cambiado y no siempre a mejor) la vida de los fotógrafos, de los documentalistas, los creativos y también los comerciales. De estos últimos he visto en primera persona la evolución de un amigo. Cuando aparecieron las primeras cámaras que ofrecían prestaciones digamos "profesionales" se alegró mucho porque le permitía abreviar sus procesos y adelantar a la competencia. Durante unos años, no muchos, se puso las botas. Para lo que él hacía el nuevo medio era ideal y pudo contratar a un par de ayudantes informáticos para dar salida a la cantidad de trabajo que se acumulaba.

Hoy está en paro y trabaja en fotografía ocasionalmente. Debió despedir a los ayudantes y cerrar el estudio para no seguir pagando la renta del local. Lo digital hizo que la profesión se le escurriera como el agua entre los dedos. Y es una persona relativamente joven, con mucha vida por delante todavía.

Mi proveedor de material de laboratorio durante muchos años no sólo servía a las escuelas y clubs de fotografía sino a la mayor parte de los fotógrafos importantes de España, vivieran donde vivieran. Tenía cualquier cosa que necesitaras en stock y traía material de primera de otros países. Ampliadoras, lavadoras de copias y planchadoras de papel de los USA y los magníficos relojes de ampliadora que fabricaba un pequeño taller británico, lo mejor de lo mejor. Nunca tuvo web porque no la necesitaba: todo el mundo conocía su teléfono y bastaba con una llamada. Su acierto, además, es que nunca se metió en cámaras ni objetivos, sólo material para el cuarto oscuro.

Tenía dos naves en un polígono industrial de Madrid repletas de material y un local que no abría al público pero sí a los fotógrafos en una calle céntrica. Los primeros que fallaron fueron los clubs y escuelas de fotografía. De repente todos se volvieron digitales. Después los fotógrafos de publicidad, moda, etc. Y los últimos los documentalistas.

Las ventas cayeron en picado y después se fueron al garete. Cuatro docenas de fieles al laboratorio ya no le daban para mantenerse y cerró. Fue un mal día para todos porque se entendía que todo iba a ser más difícil en lo sucesivo. Liquidó todo lo que pudo y compró una licencia de taxi. A los casi sesenta años y de taxista. La última vez que hablamos, hace ya bastantes años, había dejado el taxi y me preguntaba por los productos de comer propios de la región en la que vivo. Después ya no sé qué habrá sido de él.

Vivimos tiempos de magia, tiempos dominados por palabras talismán. "Democratización" es una de ellas. La decimos y parecen abrirse todas las puertas y allanarse las dificultades. Está muy bien porque la gente tiene derechos y hay que respetarlos. Pero que no se nos mienta, que no se oculte que "democratización" y "banalización" suelen ir juntas. De acuerdo en que nunca ha sido tan fácil hacer fotografías como ahora. Las hace cualquiera y ya no es un oficio ni merece mayor respeto. Los tiempos mágicos nos han robado la magia.
No es la primera vez que digo que está muy bien que "La crítica de la razón pura" se venda en edición de bolsillo a un precio asequible para todos. Pero no hay que confundirse: pagar poco dinero por la obra de Kant no garantiza entenderla.

En esas estamos: muchas fotos, imágenes por todas partes y a todas horas pero siguen siendo muy pocas las personas capaces de entender a Kant. Y muy pocos los fotógrafos cuyas obras vale la pena mirar.

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Cuando aparecieron los primeros daguerrotipos algunos dijeron que la pintura estaba acabada. El retrato, la memoria en el tiempo de la persona retratada, venía siendo cosa de gente poderosa. Apenas tenemos imágenes de personas de humilde condición y la fotografía vino a tapar ese agujero: todas las familias podían tener memoria visual de sus antepasados. Un gran logro pero la pintura no se murió. Lo pasaron mal los retratistas de medio pelo y acabaron en fotógrafos (en realidad toda la fotografía es asunto de pintores, no hay más que repasar un poco la historia del medio). Y ahí sigue, por su camino.

y quién quiere colgar en su casa o en su sala de exhibiciones una impresión a tintas?

PhaseOne es igual que una micro4/3 en lo que a mi concierte, con mucha más calidad, pero no es portra ni trix.

El espaldarazo definitivo para la foto digital vendrá cuando las grandes colecciones y coleccionistas acepten las copias inkjet.

Pablo Rodrigo escribió: en esto discrepo, a mi me encanta una impresión bien hecha en plotter.

el otro día estuve en la exposición de thyssen sobre Vogue, había unas fotos de Roversi en placas increíbles. Las mejores fotos en color que he visto nunca. No he conseguido averiguar si era plotter u otro medio..

yo donde veo que todavía falla el proceso digital es en la captura, que el negativo color/bn tiene un aspecto muy natural

ahí estamos, esa naturalidad que parece puedas tocarlo que de verdad está delante, parecen acuarelas las digitales.