Menos mal que este es un foro de aficionados a la marca Leica, me pregunto qué deben estar diciendo entonces en Canonistas...
La mayoría de las cosas que criticáis se podían decir igual de todas las M digitales que han salido antes... Luego, con el tiempo y la obsolescencia programada, cuando van bajando de precio y ya no son la niña bonita parece que van entrando mejor por aquí... Pero lo que criticáis de la M10 se podía decir lo mismo de la M8 (peor aún por el crop factor), de la M9 (seguía siendo gorda y con una pantalla horrible), etc. etc. cuando salieron.
Seguro que en 5 años la M10 es la digital preferida del foro, y Bruno habrá movido ya unas 12 por entonces
maguilar escribió: Menos mal que este es un foro de aficionados a la marca Leica, me pregunto qué deben estar diciendo entonces en Canonistas...
La mayoría de las cosas que criticáis se podían decir igual de todas las M digitales que han salido antes... Luego, con el tiempo y la obsolescencia programada, cuando van bajando de precio y ya no son la niña bonita parece que van entrando mejor por aquí... Pero lo que criticáis de la M10 se podía decir lo mismo de la M8 (peor aún por el crop factor), de la M9 (seguía siendo gorda y con una pantalla horrible), etc. etc. cuando salieron.
Seguro que en 5 años la M10 es la digital preferida del foro, y Bruno habrá movido ya unas 12 por entonces
Pues a mí me parece bonita. Le sienta bien el adelgazamiento a las Leica digitales. Y parece, por las reseñas que he leído, que es la que mejor implementa la parte tecnológica en el concepto de diseño clásico de las M (a ver si sacan la versión sin pantalla LCD...). No me importaría que me regalasen una. Pero comprarla.... ni harto de vino, como se ha dicho por aquí. Esa pasta estaría mejor gastada, a mi modesto entender, en experiencias (viajes, formación, gastronomía, cultura...)
Lo que pasa es que después de la m6 Leica deja de fabricar para el fotógrafo. Todas sus digitales son malas. La m9 puede da los mejores colores para retrato en digital, pero ni ésa ni ninguna resiste comparación ante una Canon 5D. Ni aunque tuvieran el mismo precio.
La m6 fue la última cámara real. Las de después son fantasía.
maguilar escribió: Menos mal que este es un foro de aficionados a la marca Leica, me pregunto qué deben estar diciendo entonces en Canonistas...
La mayoría de las cosas que criticáis se podían decir igual de todas las M digitales que han salido antes... Luego, con el tiempo y la obsolescencia programada, cuando van bajando de precio y ya no son la niña bonita parece que van entrando mejor por aquí... Pero lo que criticáis de la M10 se podía decir lo mismo de la M8 (peor aún por el crop factor), de la M9 (seguía siendo gorda y con una pantalla horrible), etc. etc. cuando salieron.
Seguro que en 5 años la M10 es la digital preferida del foro, y Bruno habrá movido ya unas 12 por entonces
Es que para mi, el verdadero problema de las Leica es el desorbitado precio. Por eso se que nunca voy a tener ninguna.
Para qué fotógrafo fotogramos, para el que tiene que desmontar y montar su cámara cada 36 exposiciones, esperar a revelar, hacer copias y enviarlas por correo? O para el fotógrafo que hace fotos, las edita, y las envía desde su smartphone?
Leica tiene modelos para muchos fotógrafos. Me pregunto si Lee Frieelander habría usado una M6 si dispusiera de todo este material
Sin querer reabrir debates estériles y. mucho menos quién prefiere una u otra cosa, lo que me parece es que el tiempo de la fotografía ya pasó y estamos en el de la neo-fotografía. Se ha dicho por aquí y pienso que es un juicio certero: neo-fotografía.
Leica ha entrado en ese mundo porque no le quedaba otra pues de ningún modo iba a sobrevivir como empresa produciendo tres o cuatro mil unidades de cámaras mecánicas por año, por buenas que sean. Ahora le toca el turno a la M10, el nuevo juguete para quien pueda permitirse cambiar de cámara cada dos años. Es muy cara, de acuerdo, pero si actualizamos el precio de una M4 de 1972 al presente viene a costar prácticamente lo mismo. Leica nunca fue barata y por ello las marcas japonesas triunfaron de modo tan rotundo: daban mucho más por menos dinero. Leica ya era entonces un sueño inalcanzable para muchos fotógrafos.
Sanz Lobato, por ejemplo, hizo toda su carrera con Nikon. Un día me comentó que nunca pudo comprarse una Leica. Lo más cerca que estuvo fue con una Konica Hexar RF y un objetivo Leica sobadito. Este combo le duró muy poco pues pronto descubrió que había problemas de enfoque y era una mala combinación (parece que Konica corrigió después el problema).
Varias veces lo he planteado y lo seguiré planteando: ¿Tiene sentido meter una electrónica que va a quedar superada u obsoleta en poco tiempo en la misma –o parecida– envoltura en la que meterías las piezas de una cámara mecánica?
No quiero decir que deberían hacerlas de plástico, ni mucho menos. Bastaría con que usaran una de esas aleaciones de aluminio y magnesio. Pero en fin, quién soy yo para decirles lo que nos vendría bien a la gente común cuando les va estupendamente con Brad Pitt y toda la tropa de millonarios del Lejano Oriente.
If you think it’s all been done, you’re not looking very hard, you’re not thinking very hard.
Hace tiempo que los músicos emplean aparatos electrónicos y digitales en sus obras, y no le llaman neo-música, ni nadie se echa las manos a la cabeza,de verdad que no veo porqué hay que liarse tanto por usar una máquina electrónica
Es muy interesante esa comparación entre música y fotografía Pablo.
Desde los primeros pasos con los nuevos medios en los estudios de la radio en París y Colonia, la electrónica abrió un camino por descubrir que fue explorado por varias corrientes de compositores. La influencia de la música electrónica ha sido tal, que ya no se concibe la historia de la música del siglo XX (me refiero a la clásica, no entro en rock, pop, etc) sin ella. Se ha incorporado a los instrumentos tradicionales para crear obras mixtas, y sus conceptos de forma y sonido han impregnado a multitud de creadores. Aunque algunos se han resistido a esas nuevas ideas, escogiendo el inmovilismo armónico, melódico y formal, con desigual éxito, el mundo de la composición cambió con el surgimiento de las cintas y los magnetófonos primero, y con el software después. Es curioso como ese nuevo mundo infinito de colores y sonidos ha permanecido lejos del gran público asiduo a la música clásica, que sigue fiel a obras y estilos de hace más de un siglo. En fotografía, por el contrario, se ha intentado enterrar el pasado por el bien del negocio, que depende de la venta de cámaras, y no ya de carretes ni revelados. Supongo que el mercado es cruel y no deja títere con cabeza.
Ah, y entre los músicos también hay quien se lleva las manos a la cabeza cuando escucha ciertas obras, con y sin electroacústica. En mi opinión todo depende de tu bagaje y tus gustos culturales.
Y de lo abierto o cerraditos que seamos, dicho sea de paso.
En definitiva, que es una suerte contar con tantos medios de creación. El quid de la cuestión es qué decir con ese abanico creativo.
Leica es hoy una marca de complementos de moda, cuyo servicio técnico todavía repara las mejores cámaras mecánicas de 35mm jamás producidas.
La M6 era una cámara para fotógrafos cuando se fabricaba, hoy es una reliquia. No sé cuántos fotógrafos profesionales usaban una M4 en los '70 pero los que hoy usen la M10 serán menos.
Un amplificador de válvulas no suena igual que uno de circuito integrado soldado por robots. Ésa es la diferencia entre la M6 y la M10, entre ampliadora e impresora, etc. La fusión es bonita, pero cuando José Mª Cano compuso ópera hizo el ridículo, esto también es bonito recordarlo.
El paso del tiempo ha destruido muchas cosas fabulosas. Por ejemplo, hoy no sabemos cómo se construyeron las pirámides, no sabríamos hacerlas. Así que escuchad Mozart mientras podáis, puede que dentro de unas décadas sólo quede The final countdown.
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