Leica M 10

Jeduba escribió: Estoy en parte de acuerdo contigo, Brandt.
Lo crucial en Bach es que su concepto de la música no estaba ligado al sonido, sino a la polifonía, al discurso de las voces, al contrapunto y a la relación armónica, rítmica y melódica. No tenía muy en cuenta el timbre. Hasta el siglo XX el concepto tímbrico no se explota a fondo. Cierto que las instrumentaciones del XIX para gran orquesta son formidables, pero no se podría tachar a músicos como Webern o el resto de la segunda escuela de Viena y posteriores, de utilizar el recurso sonoro como medio expresivo. Bach suena bien en cualquier instrumento porque no escuchas el instrumento, sino el discurso profundo del contrapunto. También se han hecho experimentos de transcribir a sintetizadores obras de varios compositores clásicos (como ejemplo en La naranja mecánica de Kubrick se escucha a un Beethoven en sintes Moog).
¿Por qué el piano deja de ser un instrumento ampliamente utilizado por los compositores del siglo XX, excepto Messiaen? Porque su timbre es limitadísimo. Se prefiere explorar la orquesta, los ensembles y la electrónica. Es la emancipación del timbre como elemento constructivo.
Como admirador de Bach, me siento muy cerca de tus palabras y halagos hacia su figura, pero no olvidemos que ahora mismo hay grandísimos músicos también. El tiempo cribará, aunque no siempre de forma justa. En el ámbito musical estoy más puesto, en el resto de disciplinas artísticas me encantaría echar un café algún día contigo y charlar largo y tendido. Aprendería muchísimo, sin duda.
Sobre la evolución del arte y la especie humana... creo que esto da para mucho más, y estaríamos días y días tratando el asunto. Mi humilde opinión es que el artista no elige serlo, simplemente lo es. A pesar de todo y todos. En todas las épocas. Es la única constante en un sinfín de circunstancias históricas: la imperiosa necesidad de expresarse de forma artística.
El mundo va dando bandazos, y en el fondo solo nos queda la literatura, la música, la fotografía, el teatro... para refugiarnos un poquito.
Abrazo.